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El incendio del lago Christine quemó más de 12,000 acres en la montaña Basalt en 2018, provocando la evacuación de más de 2.000 personas y dejando una zona quemada que permanece en el paisaje.
A casi 3,000 metros de altura en la montaña Basalt, es fácil ver donde el fuego dejó la marca, si se mira arriba.
Pero si mira hacia abajo, verá mucho verde.
Sarah Pearson, coordinadora de regeneración del Bosque Nacional White River, señala con su azada algunos pequeños brotes que algún día se convertirán en abetos.
"Regeneración natural es lo que hay aquí", dijo. "Así que hay un poco en las partes que no ardieron mucho".
El Bosque Nacional de White River está llevando a cabo un importante proyecto de restauración en la zona de la quemada, replantando cerca de 80.000 árboles en zonas que no están viendo la regeneración natural, y necesitan un empujoncito.
Lo que hace especiales a estas plántulas, es que son todas locales, tomadas de otros puntos del bosque - sobre todo, del valle Roaring Fork. Pearson dice que es de esperar que esto aumente sus probabilidades de supervivencia.
"Lo bueno es que están genéticamente adaptados al clima de aquí y a todas las condiciones de crecimiento, porque intento plantarlos en un clima similar al del lugar donde fueron recolectados", afirma.
Los conos para las plántulas se recogieron en 2022 y han estado creciendo durante un año más o menos en el vivero Bessey de Nebraska, donde el Servicio Forestal recoge y planta todo tipo de semillas. Esto da a estos árboles una ventaja en la vida, pero es un proceso largo para conseguirlos realmente en la tierra.
"Estos de hecho se pusieron en las cajas, el 31 de octubre de 2023", relató Pearson. "Así que estuvieron congelados en estas cajas todo el invierno, y luego, hace unas semanas, empezaron a descongelarlos para que pudiéramos plantarlos".
Para cuando Pearson y su equipo empiezan a ponerlos en el suelo, ya son arbolitos de 15 centímetros de altura.
Entonces, ¿por qué guarda el Servicio Forestal todas estas semillas durante años y años? ¿Y por qué esperaron seis años después del incendio para empezar a plantar?
Pearson y otros funcionarios dicen que les hacen esa pregunta todo el tiempo, porque el público está muy ansioso por ver cómo se recupera una zona después de un incendio. Pero el fuego es una parte natural del paisaje, aunque el incendio del lago Christine tuviera causas provocadas por el hombre. Funcionarios como Pearson quieren ver el rebrote natural antes de intervenir.
"Creo que ahora hay algunos estudios que han hecho que, si se espera de cinco a seis, siete años después de la quema, la supervivencia puede ser un poco mejor que si se hace antes", dijo.
Pero hay muchas variables que pueden influir en que una plántula llegue a adulta. Una de las más importantes es el cambio climático provocado por el hombre, que conlleva su propia serie de impactos, desde temperaturas más cálidas y secas en las zonas más elevadas hasta incendios forestales más cálidos, graves y rápidos.
"Hace 20 a 30 años, en realidad no teníamos tantos incendios importantes en el (Bosque Nacional) White River", recuerda Pearson. "De hecho, cuando empecé en Dillon en los años 90, toda la gente del equipo lo llamaba 'el Bosque del asbesto' porque nunca ardía nada. Pero claro, ahora las cosas han cambiado".
El equipo de Pearson está haciendo todo lo posible para garantizar la supervivencia de los pinos y abetos asegurándose de plantarlos en lugares que les gusten.
“Tenemos una distancia más o menos a diez pies allí, y aquí. Y yo ya me estoy fijando de ese pino. Tengo que ver la distancia. El otro tiene que ir por aquí.”
Este es Pedro Cruz, uno de los que están plantando árboles. Dijo que están buscando alrededor de 10 pies de distancia entre cada árbol, y considerar donde ya hay árboles.
Pasará alrededor de un siglo antes de que alguna de estas plántulas empiece a parecerse a sus vecinos más grandes, que tienen 50 o 60 pies de altura. Es el tipo de trabajo que requiere una visión a largo plazo.
Pearson lleva décadas trabajando en la reforestación y está acostumbrada a la larga escala de su trabajo... pero otros no.
"A veces la gente me pregunta: '¿por qué te gusta esto? Y yo les digo: 'bueno, sabes, dentro de 100 años se verá impresionante'", explica. "Estas personas dicen como, 'bueno, no me importa. No estaré vivo'. Entonces es como, 'sí, pero las generaciones futuras'. De vez en cuando hay que pensar más allá de uno mismo".
El Servicio Forestal tiene preparadas otras 60,000 plántulas para plantar en la primavera del año que viene. Esos futuros árboles estarán en un lugar mucho mejor si estas plántulas consiguen superar indemnes otra temporada de incendios.
Esta noticia fue traducido en Español por Convey Language Solutions.