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Es imposible pasar por alto las señales del cambio climático, ya que el estado ha experimentado cientos de miles de acres de incendios forestales esta temporada, junto con la sequía por doquier en Colorado. ¿Pero cómo se manifiestan los problemas del cambio climático en la votación? Para responder a esta pregunta, Aspen Public Radio habló con Max Boykoff, profesor de la Universidad de Colorado en Boulder que estudia la política cultural y el gobierno ambiental.
Esta historia es parte de la serie en curso de Aspen Public Radio que se propone responder a la pregunta: "¿Qué puedo esperar de mi gobierno?"
Esta ha sido una intensa temporada de incendios forestales para Colorado y todo el oeste de los Estados Unidos. ¿Qué tipo de políticas podrían ayudar a evitar que se repita este año?
Podemos pensar a corto plazo en la gestión de los bosques, pero necesitamos pensar también a mediano y largo plazo en las políticas referentes al cambio climático. Necesitamos pensar muy detenidamente sobre cómo la evidencia científica nos está mostrando que el cambio climático está ahora alimentando estos incendios forestales que conducen a un aumento de la sequía, dando lugar a algunas de las condiciones que amplifican entonces la intensidad y la amplitud de lo que hemos estado viendo este verano.
Cuando se mira a los responsables de las políticas de los gobiernos federales, estatales y locales, ¿se ven ideas más elevadas y nebulosas en respuesta al cambio climático, o planes con medidas accionables?
Varía de manera considerable. El cambio climático en sí mismo no es una cuestión política. Sin embargo, ciertamente se ha vuelto un tema muy partidista y altamente polarizado en el 2020. Después de algunos de estos incendios forestales, nuestro presidente, Donald Trump, va a California y dice que piensa que va a empezar a haber temperaturas más frescas, pero que los científicos no están seguros.
Me encuentro en un instituto científico entre muchos que tiene más de 800 científicos naturales y físicos que han dedicado su vida profesional a estos temas. Y aunque nos gustaría que fuera diferente, podemos decir con confianza que el clima está cambiando. Las cosas se están calentando y esto está contribuyendo a los continuos eventos extremos.
Evaluando esto en términos climáticos, hay ciertos responsables de la toma de decisiones referentes a políticas que han presentado planes muy concretos con fondos sobre cómo actuar ante estos desafíos intersectoriales. Y hay otros líderes que no lo han hecho. El partido demócrata, por ejemplo, ha presentado el cambio climático como parte de su plataforma para el 2020. En la convención nacional republicana, desafortunadamente, evadieron el tema y han dicho que usarán su plataforma del 2016. Y eso no se ha expresado con fuerza ni explícitamente sobre las medidas de política climática.
¿Qué se interpone entre el punto en el que nos encontramos ahora y una acción colectiva significativa que pueda alcanzar algunos de los objetivos para invertir el curso del cambio climático?
Hay barreras significativas. Podemos empezar con las barreras político-económicas de una gran cantidad de esfuerzos de cabildeo que van a nivel nacional y a nivel estatal para impedir el progreso de muchos objetivos de política ambiental diferentes asociados con el cambio climático. Podemos pensar en ello en lo cultural y social - donde algunos de nosotros nos resistimos a este mensaje por las implicaciones que tiene en el cambio de nuestras vidas.
Creo que es bastante lógico por lo que requiere en términos de adaptación de nuestra infraestructura a los futuros desafíos climáticos. A lo largo del espectro, hay muchas barreras que pueden ser vistas como institucionales y estructurales, pero también pueden ser vistas como psicológicas.
¿Quién en el gobierno tiene el impacto más significativo en la toma de decisiones sobre el clima? ¿Puede suceder a nivel local, de condado y estatal? ¿O el cambio tiene que venir del gobierno federal?
Bueno, hay buenas y malas noticias. La buena noticia es que podemos hacer un cambio significativo en todos los niveles. La mala noticia es que tiene un impacto en cada aspecto de la forma en que vivimos, trabajamos, nos relajamos y jugamos en la sociedad.
Si nos centramos en la buena noticia, hay muchas palancas que podemos tirar como comunidad local, como vecindario, para abordar estos desafíos. Cuando escalamos a nivel estatal y nacional, ciertamente eso es más influyente.
Idealmente, cuando trabajamos en el ámbito internacional a través de negociaciones de política internacional - como el acuerdo climático de París - avanzar de esa manera puede marcar la mayor diferencia. A nivel nacional, ciertamente aquí en los Estados Unidos, en el centro de todo, con el 17 al 18% de las emisiones mundiales, lo que elegimos hacer en los diversos sectores que contribuyen a un clima cambiante marca una enorme diferencia para el futuro.
¿Qué debemos esperar que nuestro gobierno pueda hacer? ¿Es razonable esperar que podamos cambiar la marea del cambio climático a través de leyes y políticas, o es necesario que esto ocurra fuera del gobierno?
Tengo mucha fe en la capacidad del gobierno para tomar este tipo de acciones. No podemos simplemente cuidar de nosotros mismos y de nuestras propias vidas y considerarnos más ambientalistas que todos los demás, y entonces las cosas se arreglarán. Este desafío mundial requiere una acción concertada y coordinada a escala mundial, nacional, regional y estatal.