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La familia de Eric Ringsby se remonta a varias generaciones en el valle de Roaring Fork, con profundas raíces ganaderas.
Cuando cursaba la preparatoria, estudió su entorno bajo el ala de Stuart Mace, ícono del valle de Castle Creek, protector incondicional del mundo natural y fiduciario fundador del Aspen Center for Environmental Studies (ACES) (Centro de estudios ambientales de Aspen).
“Antes, me encantaba disfrutar de la naturaleza, pero creo que con Stuart Mace tomé conciencia de los verdaderos problemas ambientales y de las repercusiones de las actividades de las personas en la vida salvaje”, dijo Ringsby durante un paseo por las instalaciones de ACES en el lago Hallam esta primavera.
Ringsby es un artista y también un ecologista, y ahora ayuda a recaudar fondos para Global Warming Mitigation Project, con sede en Aspen. Varias décadas después de aquella experiencia formativa con Stuart Mace, Ringsby afirma que el trabajo para proteger el medio ambiente parece más urgente que antes.
“Siento que cada año, hay más incendios, más inundaciones, más deslaves, más sequía”, comentó Ringsby. “Y todos estos problemas están sucediendo con mayor frecuencia… cada día se presenta una nueva realidad”.
Y no es tan solo una percepción.
El Plan de mitigación de riesgos del condado de Pitkin (Pitkin County Hazard Mitigation Plan) más reciente toma en cuenta el cambio climático en todos los tipos de desastres que amenazan a la región.
Fundamentado en informes del Aspen Global Change Institute (Instituto del cambio global de Aspen), el U.S. Global Change Research Program (Programa estadounidense de investigación del cambio global) y otros modelos climáticos, el plan indica que un clima más cálido podría agravar los riesgos de inundaciones, los problemas en las presas, los derrumbes, las avalanchas y el desprendimiento de acumulaciones de hielo.
La sequía podría volverse más frecuente, más severa y más duradera, creando así condiciones aun más secas en un condado que ya ha padecido cierto nivel de seguía 63 % del tiempo entre 2000 y 2022. El plan indica que el cambio climático podría también derivar en tormentas eléctricas más fuertes y más relámpagos.
Y en el clima cálido del valle de Roaring Fork, esos factores podrían exacerbar los incendios forestales en un lugar donde las condiciones ya son riesgosas, y donde el paisaje muestra los impactos del incendio del lago Christine (Lake Christine Fire) de 2018, en Basalt, y el incendio de Grizzly Creek (Grizzly Creek Fire) en Glenwood Canyon en 2020.
“Vivimos tiempos cada vez más precarios”, comentó Tim Karfs, un administrador de programas relacionados con el clima y la sostenibilidad de la ciudad de Aspen.
Karfs ayudó a presentar el componente climático del plan de mitigación de riesgos a las partes interesadas locales. Y asevera que los impactos en el manto de nieve, o las temperaturas promedio, por ejemplo, son síntomas locales de los cambios más considerables pronosticados por el Grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático o IPCC, por sus siglas en inglés.
“El informe sobre la sexta evaluación del IPCC (IPCC Sixth Assessment Report) en realidad nos indicó que estamos en una encrucijada”, comentó Karfs. “Existe un camino hacia el futuro resiliente que intentamos crear, pero en verdad debemos actuar de inmediato”.
El IPCC afirma que las temperaturas están aumentando a escala global, y las actividades de los seres humanos que producen emisiones de gases de efecto invernadero son “sin duda” la causa.
Así pues, para Karfs y la gerente en materia de sostenibilidad de la ciudad, Tessa Schreiner, “actuar de inmediato” significa un par de cosas.
“Adaptación significa, por supuesto, ajustarse a las realidades de un clima cambiante, que están ocurriendo ahora y se seguirán dando en el futuro”, afirmó Shreiner. “Y luego, ¿cómo podemos ajustarnos a ellas, adaptarnos y, al mismo tiempo, reducir nuestras emisiones para mitigar el intenso cambio climático en los próximos años?”
Por un lado, es recomendable tener un plan de mitigación de riesgos, que enumere diversos proyectos para responder, por ejemplo, ante inundaciones e incendios forestales. Y por el otro, es recomendable contar con algo como el Plan de acción en materia de sostenibilidad de Aspen (Aspen Sustainability Action Plan) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que genera la ciudad.
Elise Osenga, la gerente de ciencias comunitarias en el Aspen Global Change Institute (Instituto del cambio global de Aspen), ve ambas caras de la moneda.
“Si estamos lidiando con lo que se conoce como un escenario de altas emisiones, en el que no cambiamos en absoluto nuestro comportamiento, habrá más cosas a las que deberemos adaptarnos, así como situaciones más intensas a las que adaptarnos, que si empezamos a hacer cambios ahora”, afirmó Osenga.
“Dicho esto, el clima ya empezó a cambiar, ya estamos viviendo un calentamiento, así que la adaptación también será importante, especialmente si deseamos tener una comunidad que se preocupe por todos sus integrantes”, agregó. “No se puede ignorar lo que ya está cambiando”.
Existen mapas interactivos en línea de la National Oceanic and Atmospheric Administration [NOAA] (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica), el U.S. Geological Survey (Servicio Geológico de Estados Unidos) y otros socios, que muestran cuánto afectan las emisiones en cuestión de intensidad.
Si jugamos con algunas variables, podemos ver las tonalidades de azul de las temperaturas promedio pasando a tonos más cálidos amarillos, anaranjados y rojos en el presente y el futuro, donde la generación más alta de emisiones se traduce en cambios más severos en el paisaje. Esto repercute en prácticamente todo.
“A menudo es fácil olvidarnos de cuán estrechamente están relacionadas nuestras vidas a nuestro entorno, pero lo cierto es que así es, nuestra vida depende del aire que respiramos, de si es puro o no, del agua que sale de nuestro grifo”, afirmó Osenga.
Asimismo, Osenga ayudó a presentar el Plan de mitigación de riesgos, proporcionando información científica sobre un aspecto de las políticas.
El Global Change Institute es un centro de investigación, así que analizan datos para ayudar a otras personas a tomar decisiones informadas.
“Cuando se estudia algo como el clima, que varía mucho de un año a otro, es difícil ver el rumbo general que están tomando las cosas”, dijo Osenga. “Así pues, las investigaciones a largo plazo son absolutamente esenciales, tanto para pensar en las medidas que tomaremos para evitar más cambios climáticos, porque puede ser un factor motivador... como para considerar cómo nos adaptaremos”.
Las investigaciones indican que el clima está cambiando en todas partes, que es la razón por la que Osenga y otras personas con ideas afines ven muchas oportunidades en la colaboración entre comunidades.
Karfs, citadino, es optimista en ese frente.
“El hecho de tener tantos grandes éxitos comunitarios en los que inspirarnos demuestra que estamos haciendo un buen trabajo y que tenemos muchas oportunidades de contribuir más”, afirmó Karfs. “Pero si no actuamos de inmediato, se nos irán acabando las opciones”.

Ringsby es optimista también, con base en los ejemplos de avances reales en materia de acción climática.
Su colaboración con Global Warming Mitigation Project ayuda a contribuir a los $50,000 del Keeling Curve Prize (premio Curva de Keeling) para ayudar a promover innovaciones que mitiguen los impactos de la actividad humana en el cambio climático. Y ve, quizá más que las personas promedio, la posibilidad de que esas innovaciones perduren.
“Temo que las tormentas e incendios frecuentes, así como los acontecimientos de esa naturaleza no tendrán fin en realidad”, comentó Ringsby. “Sin embargo, estoy convencido de que, con soluciones positivas, podemos mitigar el problema y lograr que sea más manejable, en lugar de permitir que controle y arruine nuestras vidas”.
No será fácil, dijo, pero valdrá la pena.
Nota del editor: Esta historia es la primera en una serie de cuatro partes de la Aspen Public Radio, Adaptation: Responding to Climate Change in the Roaring Fork Valley (Respuesta ante el cambio climático en el valle de Roaring Fork).
La serie está financiada por un subsidio de la Environment Foundation (Fundación para el medio ambiente) de Aspen Skiing Company. Si desea compartir la idea para una historia para nuestra cobertura continua sobre el clima, comuníquese con nosotros escribiendo a news@aspenpublicradio.org.
Esta noticia fue traducido en Español por Global Language Services.